La Navidad está llena de elementos clásicos de esta festividad. Regalos, cena navideña, luces de Navidad, Papá Noel y el grinch. Un personaje icónico que detesta la Navidad y cuyo libro y respectivas dos películas, poseen gran cantidad de fanáticos en todo el mundo. Pero ¿cómo llegó a ser tan icónico?
Cómo el Grinch se robó la Navidad
La historia de un ermitaño gruñón decidido a arruinar la Navidad de los habitantes de Whoville, comenzó en 1966, lanzado en una caricatura de 30 minutos. Pasando a convertirse en una película en el 2000, catalogada como uno de los clásicos navideños indiscutibles. Cuya actuación de Jimmy Carrey es imposible de olvidar, siendo este uno de los mejores papeles del popular actor.
Luego de años de haber lanzado la popular película, en el 2018 se lanzó una película animada, pero que no pudo superar ni alcanzar el éxito del largometraje del 2000. No obstante, esto no le quita méritos a la historia.
Historia que es el mayor baluarte de esta película, ya que aborda diferentes temas que se padecen en el presente moderno. Posee detalles cálidos y lindos como Cindy Lou Who y un personaje principal que es particularmente identificable como el Grinch.
Soledad
Aunque se resiste a admitirlo, el Grinch sufre de soledad. Seguramente es una sensación con la que se pueden identificar cientos de personas, y que en épocas de Navidad se puede llegar a agravar más, debido a que no se poseen familiares o amigos para celebrarla.
Al estar en su guarida lejos de los ciudadanos de Whoville, el Grinch decide ir al pueblo y le pide a Max que le ayude a olvidar esos molestos recuerdos, el día antes de Navidad. Una lección clara, que hace recordar la importancia de buscar a familiares y preciados amigos, dejando los malos recuerdos atrás y valorando los aspectos positivos de cada uno.
Compras excesivas
Al ver la película, se puede evidenciar cómo los ciudadanos de Whoville tienen un problema de compras excesivas. Donde el despilfarro es evidente, un detalle no minúsculo pues se sabe que la Navidad se ha convertido en una época muy comercial, donde se ha dejado a un lado el factor emocional por centrarse en el material. Sin contar los problemas que ha ocasionado los residuos en el ambiente, por el mismo consumismo.
Detalles que al final de la película se logran resolver, pues los Whos comprenden que se han centrado demasiado en la compra de regalos en lugar de pasar tiempo con la familia. Pero que, sin duda, todavía tenemos que mejorar.
La alegría después de las dificultades
Al ser acosado en navidad le trajo malos recuerdos al Grinch, lo que provocó su odio hacia la Navidad y por eso robó la Navidad. Para él fue un proceso difícil, pero con el pasar su corazón volvió a ser normal y encontró felicidad en esta época, al ver que se podía ser feliz, incluso sin los regalos, las luces y todas las atracciones de la festividad. Demostrando que todos podemos llegar a alcanzar la felicidad sin importar las dificultades.
Estas son solo algunas lecciones que han hecho a el Grinch el clásico de clásicos navideños que es por excelencia. ¿Qué lección te dejo a ti?